miércoles, 5 de noviembre de 2008

En los zapatos de Michelle Obama

Los resultados ayer dieron el triunfo abrumador e histórico al Senador Obama y ello implicó un cambio de rumbo en la vida de su familia. ¿Qué habrá pasado por la cabeza de su esposa? Me imagino que estas son algunas de las preguntas que seguramente se hizo y algunos de los cuestionamientos que deben estar rondando su vida en estos momentos: 

"Ya no es una duda, es una afirmación. Mi vida va a cambiar. Nuestra vida va a cambiar. Mi esposo será el futuro Presidente de Estados Unidos, esto me hace la Primera Dama (¿aceptaré el título?) y mis hijas serán las hijas del Presidente. ¿Será posible convivir igual que siempre? ¿Podré sobrevivir la supervisión del Servicio Secreto? ¿Volveré a tener privacidad alguna vez en la vida? 

No sé qué es lo que se espera de mi. No sé si mis deseos y acciones deben estar guiados exclusivamente por mis valores y principios o deberé incluir en mis decisiones las consideraciones de la opinión pública. No quiero cometer los errores de Hillary Clinton, fue inteligente pero con todo y su capacidad el establishment entero estuvo en su contra mientras fue Primera Dama. Se esperaba de ella silencio y compañía, no acción ni participación política. ¿Seguiré el modelo Laura Bush o el modelo Nancy Reagan? Tantas mujeres me han precedido que no sabría a cuál emular. ¿Si remonto la historia y recupero el espíritu de Abigail Adams? No lo sé. ¿Deberé renunciar a mi propia trayectoria en aras del interés superior.... de la Nación? Pero si Obama representó un cambio, un estado de ánimo nacional, una propuesta, ¿no debería ello incluir también el ámbito que yo ocuparé? 

¿Qué pasará con mis hijas? Son tan pequeñas, necesitan tanto apoyo. ¿Podré hacer que lleven una vida "normal" cuando su vida será todo menos normal? No podremos disfrutar las caminatas que solíamos hacer ni vivir la intimidad en familia como lo habíamos hecho hasta hace algunos meses. No hay retorno. No hay vuelta atrás. Todas hemos apoyado a Barack, todas lo seguiremos acompañando, pero no quiero sacrificar la infancia y adolescencia de mis pequeñas. Malia y Sasha necesitarán todo nuestro apoyo y presencia ¿podremos estar cada instante en que nos necesiten? No sé cómo combinaré las funciones y actividades que tendré que asumir con el rol de madre. Tengo que poder. 

Mi relación con Barack cambiará, pero no sé cómo. ¿Cuántos matrimonios salen fortalecidos de una experiencia por la montaña rusa como ésta? Me necesitará a su lado. Es un gran hombre. Es el mejor hombre para gobernar Estados Unidos en este momento. ¿Cuál será la mejor forma de apoyarlo? ¿Tentaciones? Ha sido un hombre leal y congruente.... pero el poder.... es el poder.... y está rodeado de tentaciones. Mejor no pensar en ello. ¿Podría responder como Hillary en una circunstancia igual? Primero espero el 20 de enero. Día por día. Debo tener fé. Necesito fortaleza. También necesito a mi esposo, ¿podrá estar cuándo lo necesite? 

No quisiera pensar en ello, pero lo tengo que hacer. ¿Cómo decoraré nuestra nueva "casa"? Estaremos en el centro de las miradas por obvias razones y el juicio de las personas será más agudo con nosotros. Hasta nuestro gusto será tema político. ¿Serán juzgados y evaluados nuestros gustos al igual que han sido evaluados los predecesores en la Casa Blanca? "

En el mundo de la imaginación... todo es posible. 

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